miércoles, 4 de abril de 2012

El tiempo le empieza a dar la razón a los agoreros de siempre

En las últimas semanas pudimos ver que los "agoreros de siempre con sus pronósticos sombríos" empezaron a tener razón. Era cuestión de tiempo. Muchos tal vez, se apresuraron a ponerle plazos a sus predicciones y ahí es adonde fallaron. Son varias las cuestiones:

BALANZA COMERCIAL
Era cuestión de tiempo que se empiecen a destapar los problemas con la balanza comercial derivados de la paulatina apreciación real del peso. Nos cansamos de escuchar durante 2009/2010/2011 a centenares de economistas hablar acerca de los problemas comerciales que nos depararían en el futuro si no se corregía la política de alta inflación y de incentivos al consumo (de porquerías importadas). En ningún momento, la gente del Gobierno pareció escuchar advertencias.
Las medidas tomadas al respecto, no parecen demasiado inteligentes si el objetivo es taparle la boca a los futurólogos. El intento de cerrar la puerta de entrada comercial al país puede ser gratuito en el Corto Plazo y darle buenas noticias a Moreno. Pero en el término de un par de meses, es muy probable que también se termine cerrando la puerta de salida, como lo menciona acá un enojado Roberto.
El costo de cerrar importaciones por U$S 500 M a paises que importan desde Argentina U$S 2000 M, parece demasiado alto. De tener un superávit neto de U$S 1500 M, pasamos a U$S 500 M, con tendencia a 0 con el correr del tiempo. Al menos, deberían darle vía libre a los países que nos permiten colocar nuestros productos. Hacer laburo de inteligencia aduanera* le hubiese permitido a Moreno pelearse con todo el mundo. Menos con los países a quienes les exportamos.
Sin comentarios para los cierres de importaciones simbólicos (cerrar importaciones por U$S 100 M) que sirven para ahorrar 2 pesos y hacer irritar a los consumidores y al resto del mundo.
Cuando en un partido de fútbol le pegamos una patada desde atrás a un rival, puede suceder que el arbitro nos saque tarjeta. Si el árbitro no demuestra autoridad, seguramente en la próxima jugada nos cobremos la venganza del rival. Acá es más o menos lo mismo. Si bloqueamos los buques con productos del resto del mundo, el resto del mundo nos va a esperar con sanciones o va a mandar de vuelta los buques llenos de Soja.

SUBSIDIOS Y GASTO PÚBLICO
De nada sirvió que durante dos o tres años, tanto los opositores como profesionales advirtieran a los funcionarios y a la Presidenta de los peligros en los que podía derivar el hecho de continuar con la fiesta sin fin. En muchos casos, hubo advertencias de huracanes y fin del mundo y apuro en ponerle fecha. Al final no hubo ni huracán ni fin del mundo, el gobierno ganó las elecciones y se burló de todo el mundo.
Pero ahora, los subsidios representan un problema. En los últimos meses lo único que ha intentado el Gobierno, fue tirarle los subsidios por la cabeza a terceros (Consumidores, Gobernadores, Macri, etc), en lugar de sincerarse y asumir el costo político de no haber escuchado a los agoreros.
El problema no es solo presupuestario. También se observa un gran deterioro en los servicios subsidiados. Los problemas, accidentes, colapsos, etc, explotan durante el mismo Gobierno que hizo caso omiso a las advertencias.
Con tal de fomentar el consumo y ganar fácil las elecciones, se le ha otorgado al público un derecho bastante difícil de quitar durante las épocas de vacas flacas. Lo que representó un beneficio para el Gobierno, ahora es un problema.
Tal vez no se entiende por qué, en lugar de invertir lo poco que queda en los servicios colapsados (por ejemplo, los trenes del Capital y GBA), se derrocha dinero en Aerolíneas, Fútbol Para Todos, Automovilismo Para Todos, Formula 1 Para Todos, las obras públicas con sobreprecios ridículos o se continúan llenando oficinas públicas de ñoquis que ganan 40 lucas por mes.
Tal vez el problema todavía siga siendo la asignación de los recursos, y no la falta de ellos. Pero no falta mucho tiempo para que sucedan ambas cosas.

INFLACIÓN
Un poco de inflación viene bien para el crecimiento de la Economía, era la frase perfecta para retrucar a cualquier pronosticador que nos proporcionara malas noticias al respecto. Hoy, es una frase que no debería ser utilizada por el funcionario del Gobierno de turno encargado de dar explicaciones al respecto. 
En primer lugar, no es un poco, si no que la nuestra, es una de las economías emergentes más inflacionarias del planeta.
Hoy, la inflación ya se comió el Tipo de Cambio Real, dejándolo a niveles de convertibilidad. Esto influye sobre la primer cuestión planteada en el post (pérdida de competitividad, aumento de las importaciones, caída en el superávit comercial neto)
Además, el aumento de los precios, es un problema que termina por minar la capacidad de consumo del público. Hasta el momento, el gobierno pudo mantener a raya a los agoreros, exhibiendo un gran crecimiento del consumo a pesar de la inflación, aunque yo incluiría a la inflación como una de las causas del aumento del consumo (imposibilidad de ahorrar con tasas negativas, imposibilidad de ahorrar en divisas con TC "planchado"). Pero no va pasar mucho tiempo, para que el 30% anual de inflación se mantenga rígido con salarios creciendo a menor tasa.
Teniendo en cuenta las restricciones a las importaciones impuestas por el gobierno en estos últimos meses (lo que habla de como se relacionan entre si las cuestiones planteadas en este post), seguramente comiencen a elevarse precios de la gran mayoría de los bienes que formaron parte del "boom" lanzado por el gobierno (electrodomésticos por ejemplo) producto de la escasez y no tanto de la dinámica inflacionaria presente. Por lo que el consumo, no encontrará sitio en dónde recuperarse. O sea, un gran porcentaje del público consumiendo solo bienes necesarios.
Es posible que no falte mucho, para que la inflación termine por generar una caída en la actividad económica.

TIPO DE CAMBIO REAL
En este caso, el Gobierno, desestimó todas las advertencias acerca de la apreciación del TCR. Sin embargo, es imposible luchar contra la gravedad. Con inflación alta y sostenida a lo largo del tiempo, sin inversiones y con el consumo volando, se tenía que dar la lógica: 
e= (E x P*) / P
e:  tipo de cambio real

E:  tipo de cambio nominal

P*: deflactor del PBI del país extranjero

P:  deflactor del PBI local
A diferencia de otros períodos, los precios internacionales altos de las commodities, salvaron la economía durante muchos años. Esta situación de abundancia no se aprovechó para nada. Las inversiones no crecieron. El crédito fuerte nunca existió (si el crédito para consumo), por lo que la competitividad de la economía pasó a depender de cuanto se iba a depreciar el peso. Todo lo que entraba en concepto de divisas, fue a parar al BCRA contra emisión monetaria y de Letras (esterilización) para mantener el "Tipo de Cambio Competitivo". No hubo reducción en los costos del K (en dólares) y la industria se volvió intensiva en Trabajo, lo que tarde o temprano te hace perder en competitividad frente al resto del mundo. 
La apreciación cambiaria real, no se llevó a cabo en un marco de enormes ingresos de capitales. Se dio por un proceso inflacionario que elevó los costos de las Empresas. Se incrementaron salarios por inercia y no por mayor productividad, lo que quita resto para renovar el stock de capital. Si hubo subsidios y ayudas estatales, que en este contexto solo fomentan la ineficiencia.
Cuando la apreciación se da por mayor eficiencia (como en Brasil) es una cosa. Acá, la historia es la de siempre: si depreciamos el peso nominalmente, ganamos en competitividad, a riesgo de que la tasa inflacionaria se incremente aún más. El proceso se vuelve una espiral, en donde cada devalueta resulta cada vez menos efectiva a la hora de incrementar la competitividad. Cuanto más alta se vuelva la inflación, más elevada deberá ser la tasa de depreciación de la moneda.
Sin embargo este camino tiene un límite: cuando por inercia la inflación es elevada, una depreciación significará automáticamente un incremento en el Nivel General de Precios. Entonces, no podemos devaluar, pero tampoco podemos dejar que la apreciación real siga su curso. 

RESERVAS DE DIVISAS (DOLARES)
Otra de las tantas gloriosas victorias del Kirchnerismo a lo largo de estos 9 años de gobierno, fue el nivel de reservas.
Si bien es cierto que se incrementaron (y mucho), los que entienden un poco más del tema sostienen que a comparación con otros países de la región, el crecimiento jamás visto de nuestras reservas ha sido poco mas que aceptable.
Otro tema discutible, es la forma en la cual se obtuvieron las divisas. Mientras que en Argentina, casi la totalidad del incremento se dio de la mano del superávit comercial (producto de precios internacionales elevados), en el resto de los países de la región, las reservas crecieron de la mano del superávit en la cuenta capital. Acá hubo depreciación nominal continua del peso para continuar con el proceso de compra de divisas por parte del BCRA. En otros países, hubo apreciación nominal y mayores reservas al mismo tiempo. La diferencia se ve en el balance de los diferentes Bancos Centrales. El BCRA muestra triunfal su Activo, pero esconde el Pasivo que es casi su equivalente . Nuestros vecinos, no tuvieron que emitir nada para obtener más reservas, ni se vieron en la necesidad de intervenir en el mercado de divisas, para ingresar los dolares que sobraban del comercio internacional. Muchos, inclusive, elevan su TCR aún con el Nominal apreciándose, dejando margen para una devaluación en caso de problemas internos o crisis internacional. Acá el margen no existe por que ya se devaluó durante la época de vacas gordas.
Hoy, casi ni se habla del tema. Para poder pagar vencimientos de deuda, necesitan usar reservas. Para ello, tuvieron que reformar la carta orgánica del BCRA por que las de libre disponibilidad (las que no tenían contrapeso en el pasivo) se acabaron
De utilizar reservas sin importar el pasivo, el BCRA deberá contraer la OM o ir a una depreciación forzada. 
Ojo, también pueden emitir toneladas de billetes sin ningún tipo de respaldo, convirtiendo al Peso en un papel sin valor.

Los que sean lectores asiduos de los diversos diarios, podrán comprobar que ya no hay defensa férrea desde el Gobierno cuando se habla de estas cuestiones. Silenzio Stampa


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* La idea es tratar de liberar los contenedores provenientes de países con los cuales tenemos Superávit Comercial. Además, se dice que en los depósitos de la Aduana ya no cabe ni un alfiler, lo que dificulta el trabajo de agentes e inspectores.

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