Supongamos que es cierta la teoría conspirativa k, de que tanto empresarios, como medios periodísticos, países del primer mundo, el imperialismo, el FMI, el Club de París, quieren muerto a este gobierno que se ha revelado contra todas las corporaciones y recetas neoliberales propias del menemismo.
Si todo esto es cierto, la discusión debería girar en torno a los resultados del modelo de gestión kirchnerista. Habiendo problemas, no sirve de mucho echar culpas a terceros acerca de su existencia. Sería mucho más valioso para el público y el propio gobierno, preguntarse que es lo que se hizo mal. Que es lo que faltó, y sobre todas las cosas, buscar una solución al inconveniente citado. Digamos, identificar el problema es fundamental. Da mucha pena ver a un tipo como Capitanich, dar explicaciones, excusas y echar culpas al mismo tiempo que el Titanic se hunde.
Luego podremos hablar de soluciones. El gobierno también tiene problemas en este ámbito. No solo por que le erra, si no también por que no consulta. No se discute seriamente con quienes podrían acercar soluciones. La oposición no existe, pero el oficialismo tampoco da lugar a que exista.
Los funcionarios de primera linea nombrados por la presidenta, no solo toman malas decisiones por ineptitud, si no que no consultan con quienes tienen más experiencia por que ni siquiera saben asumir sus límites en ciertas cuestiones.
Si Axel Kiciloff está doctorado y es una eminencia en el campo de la historia económica, no significa que el tipo sepa gestionar la economía del día a día, la planificación de políticas públicas y un horizonte de adonde queremos ir en materia monetaria y fiscal. Si es posible que sea buen político. Pero en el caso de Axel, eso está muy lejos de ser cierto, ya que en lugar de nombrar gente idónea para cada uno de los cargos, ha llenado directorios y organismos con personas afines a el, ya sea por medio de la agrupación política o compañeros de estudio parecidos a él.
Sucede que los funcionarios del gobierno no parecen preparados ni predispuestos a encarar la dura batalla contra la inflación. Lo único que se hizo hasta el momento, fue sostener lo más que se pudo el valor del tipo de cambio como ancla anti inflacionaria.
Algunas semanas atrás parecen haberse dado cuenta que al ritmo de pérdida de reservas que veníamos llevando, la situación podía volverse peligrosa. Ya es peligrosa. Pese a haber soltado un poco el tipo de cambio oficial, el BCRA sigue perdiendo reservas al mismo ritmo.
Es tal la gravedad del asunto, que han paralizado las importaciones para privilegiar el "dolar ahorro".
BLANQUEO DE LAS ESTADÍSTICAS OFICIALES
Por el momento reina demasiada prudencia acerca de la publicación del IPC nuevo en el que la inflación de Enero fue del 3,7%, poniendo en evidencia que durante el reinado de Moreno se mintió descaradamente. Es buena la intención, pero con este gobierno siempre hay que esperar un poco para ratificar el rumbo. Los economistas, por ahora escépticos por riesgo a quedar como "la gata flora".
¿Alguien puede asegurar que el mes que viene cuando publiquen Febrero, el índice volverá a acercarse a la realidad? ¿Puede admitir el organismo oficial una tasa de inflación, que anualizada representa casi el 42%?
A simple vista parece que no. Extender en el tiempo el "baño de realidad", por un lado clarifica las expectativas del público. Pero por el otro, lleva los contratos, las tasas de interés y actualizaciones de precios a niveles mucho más altos. El reconocimiento del error llegó demasiado tarde. O forma parte del ajuste desordenado que están llevando a cabo..
Es posible que el "blanqueo" del INDEC tenga que ver con la brusca devaluación del peso en Enero. Aprovechan el salto en los precios para justificar semejante cifra cercana a la realidad, para luego bajar a un 2,4% (ejemplo) en Febrero y sobre-ponderar la eficacia del programa de "precios cuidados" (que en supermercados del interior, no supera el producto por góndola). En otras palabras, la inflación dio un salto en comparación con diciembre y la bajamos con los precios cuidados. De yapa, los giles del FMI y el Club de París nos creyeron y están dispuestos a acordar con nosotros.
PD I: Por suerte en otros pagos la visión es más clara.
BLANQUEO DE LAS ESTADÍSTICAS OFICIALES
Por el momento reina demasiada prudencia acerca de la publicación del IPC nuevo en el que la inflación de Enero fue del 3,7%, poniendo en evidencia que durante el reinado de Moreno se mintió descaradamente. Es buena la intención, pero con este gobierno siempre hay que esperar un poco para ratificar el rumbo. Los economistas, por ahora escépticos por riesgo a quedar como "la gata flora".
¿Alguien puede asegurar que el mes que viene cuando publiquen Febrero, el índice volverá a acercarse a la realidad? ¿Puede admitir el organismo oficial una tasa de inflación, que anualizada representa casi el 42%?
A simple vista parece que no. Extender en el tiempo el "baño de realidad", por un lado clarifica las expectativas del público. Pero por el otro, lleva los contratos, las tasas de interés y actualizaciones de precios a niveles mucho más altos. El reconocimiento del error llegó demasiado tarde. O forma parte del ajuste desordenado que están llevando a cabo..
Es posible que el "blanqueo" del INDEC tenga que ver con la brusca devaluación del peso en Enero. Aprovechan el salto en los precios para justificar semejante cifra cercana a la realidad, para luego bajar a un 2,4% (ejemplo) en Febrero y sobre-ponderar la eficacia del programa de "precios cuidados" (que en supermercados del interior, no supera el producto por góndola). En otras palabras, la inflación dio un salto en comparación con diciembre y la bajamos con los precios cuidados. De yapa, los giles del FMI y el Club de París nos creyeron y están dispuestos a acordar con nosotros.
PD I: Por suerte en otros pagos la visión es más clara.
PD III: Interesante
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